Este es un pato. Si alguien no se dio cuenta simplemente es poque jamás vieron un pato en su vida, no creo dibujar tan mal como para que no puedan distinguir lo que es esto. De todas formas no es un pato cualquiera como puede parecer a priori. No señor, es un pato mágico. A la pipetuá estarán diciendo todos, pues si, es un super pato que tiene poderes más allá de lo humanamente imaginables. A veces lo miro y me da miedo, me preguntó que estará imaginando, que estará tramando en esa cabeza suya. Si puediera volver al pasado y prevenirme antes de dibujarlo lo haría, créanme. ¡Tan solo mirenlo, por dios! Esas alas afiladas con sed de sangre, hambrientas de carne, esas patas dispuestas a pisar hasta al más salvaje de sus oponentes, ese cuerpo perfectamente diseñado para esquivar el ataque más preciso, aerodinámicamente preparado para volar a velocidades inimaginables, ese pico... esa boca que ha dejado ciegos a tantos hombres, por suerte está cerrada, sino verían sus dientes, tan afilados como mil sables e igual de mortíferos. Y finalmente... sus ojos, esos ojos profundos, malignos que irradian locura y genialidad, reto a cualquiera de ustedes a que se anime a mirarlo a los ojos por más de diez segundos sin perder la cordura, ¡es imposible!, y sin embargo... no puedo mirar para otro lado, me hipnotiza, me controla, me posee. Y yo ya no soy yo, me perdí en su universo. Me veo caer una y otra vez dentro de.... el pato.
Y ahora, para deleite de todos ustedes, ávidos lectores, un poco de reflexión (esta vez introspectiva).
¿Por qué será que mi ánimo oscila entre el éxtasis y la desazón? Esto es algo que no sé si le ocurrirá a todo el mundo, pero al menos a mi sí me pasa. Momentos bien. Momentos mal. Momentos muy bien. Momentos muy mal. Y ya no sé si las cosas que te ponen bien y te sacan de esa depresión un día te sirven al otro. Es como caerse en un pozo, mientras más bajo caés más difícil es salir. ¿Será algo hormonal? ¿Será algo común? No creo, yo creo que hay muchísimas cosas que nos rodean que nos ponen increiblemente bien, solamente que cuando pasan estas situaciones las cerramos, no las apreciamos. ¿Y si uno se da cuenta de eso, por qué no lo cambia? Se requiere de algo llamado "fuerza de voluntad", la verdad no estoy muy familiarizado con el término porque nunca tuve mucha. Resistencia para tolerar los momentos complicados, perseverancia para mantener la cabeza alta y no caer, dedicación para completar las cosas contra viento y marea, pero antes que nada y por sobre todas las cosas fuerza de voluntad para aguantar y no rendirse, para decirse todos los días que el diluvio no puede durar para siempre, que cuando alguien que querés te abraza te podés sentir mejor, que realmente no vale la pena seguir con la cabeza gacha. Que hay que moverse. Eso requiere de fuerza de voluntad. Y fuerza de voluntad es justamente lo que no tengo.
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