En la localidad de Fray Gonzalo, provincia de Córdoba, se organiza el festival nacional del alfajor de maicena desde hace ya cuarenta y tres años. Surgió como un emprendimiento de los lugareños para atraer publicidad a sus increíblemente deliciosos alfajores caseros y de paso fomentar la industria local. Se montan caravanas hechas de maicena, puestos enteros con miles y miles de alfajores, estatuas y figuras de dulce de leche repostero y hasta una competencia que toma lugar el último día premiando a aquél que pueda deglutir la mayor cantidad de alfajores en dos horas y media (el récord actual lo posee el yugoslavo Ibir Krevlam con la asombrosa cantidad de 346.897 alfajores en casi 97 minutos cuando se desmayó y tuvo que ser llevado de urgencia al hospital más cercano).
La peculiaridad de está celebración es que se ha deformado de su intención actual y ahora es considerada casi como un ritual divino. Los mayores ayunan por casi una semana antes de la fecha indicada para luego saciarse con todos los alfajores de maicena que quieran, los más jóvenes por otro lado son enviados en sotanas y en pequeños grupos selectos a recojer el dulce de leche repostero y luego a bendecirlo en los arroyos. Por otro lado, los más fanáticos realizan pequeños sacrificios para tratar de contentar al Dios del Alfajor, que según claman está reencarnado en forma de un Balde de 50kg de dulce condensado. Los sacrificios varían entre pequeñas aves y roedores hasta perros y ovejás previamente esquiladas.
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