Quiero mostrarles algo pero me es medio complicado llevarlo para allá... ¡Ya sé! Hagamos esto, imaginensé una puerta amarilla, no, amarilla no, más bien dorada, brillosa, con un cartel encima que dice "entrar a voluntad". Bien, ahora imaginen a esa misma puerta abriéndose poco a poco, fijensé como una luz muy intensa se filtra del otro lado. Listo, la puerta ya está abierta del todo, acercensé, parensé justo enfrente, traten de ver para adentro y no van a poder, la luz es demasiado fuerte.
Ahora entren.
Están del otro lado y la puerta se cierra. Dense vuelta y miren hacia arriba, hacia abajo, hacia los costados, miren bien. Es raro, ¿verdad? La luz que veían antes no está, acá gana la oscuridad. Pero es una oscuridad diferente, más espesa, agobiante, respirar es más difícil. Miren la puerta, ya no es más de color amarillo dorado, en algún momento tal vez lo fue, pero ahora está toda oxidada, corroída, ese colorcito marrón y turquesa, como si hubiera sido mordida constantemente por mucho, mucho tiempo. Agarren el picaporte y traten de abrir.
No pasa nada.
No abre.
De este lado no se puede salir. Sé que los traje medio engañados, perdón por eso, pero es que me sentía solo. Este es mi mundo...
Bienvenidos.
1 comentario:
Hoola!
No se cómo llegué acá pero la verdad que me enganché, así que como leí por ahí, para que Dios no divida por cero, firmo je =)
En fin, saludos!
Melín
http://simplementesole.blogspot.com
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