...Y un día nevó en Buenos Aires.

El 9 de julio de 2007, en la insospechada Capital Federal, provincia de Buenos Aires, así como también en el conurbano bonaerense, Córdoba y Santa Fé, nevó increíblemente como no lo había hecho en casi 80 años. Jovenes y veteranos salieron a festejar al obelisco, mientras familias enteras se reunían frente a las ventanas para disfrutar del espectáculo. Los noticieros hablaron sobre este fenómeno durante todo el día, algunos titulares leían "País blanco", otros "Nevada histórica" y también "La Capital: bajo nieve".
Este particular acontecimiento incluso logró esparcirse por toda la internet, colmando blogs, fotologs y hasta nombres de mensajería instantanea.
De todas maneras hay algo que la gente desconoce sobre esta nevada.
Esta es la verdadera historia de lo que sucedió el 9 de julio de 2007.


Sábado 7 de julio de 2007 - Localidad de Berisso - 17:34 hs

-Profesor, ¿usted está seguro que esto va a funcionar? Me parece que falta planeamiento, podemos esperar un poco y hacerlo el año que viene... ¿no le parece peligroso?
-Tonterías Dietrich, ya he revisado el plan demasiadas veces, todas las ecuaciones son correctas, me rehuso a esperar un año más, ya he esperado demasiado. Si no te gusta como están las cosas, atrás tuyo está la puerta, andate, todo sería más fácil sin tu incompetencia.
-No profresor, perdón profesor. Usted es un genio y tiene razón en todo, le pido mil disculpas.
-Así me gusta Dietrich, usted es un hombre fiel, una cualidad perdida en estos días, por eso doblemente admirable. ¿Conseguiste todo lo que te pedí?
-Si señor, no fue fácil pero ya está todo como usted lo ordenó, los globos están en un galpón en Marcos Paz, podemos ir a buscarlos mañana a primera hora.
-Bien, bien. ¡Al fin el mundo sabrá lo que es capaz de hacer el Doctor Cerebrum!

Domingo 8 de julio de 2007 - Localidad de Marcos Paz - 9:54 hs

-Como usted lo quiso Dr., 500 globos Zeppelin con tanques de helio para sobrevolar el país, aquí están.
-Dietrich, creo que usted es el mejor ayudante que un genio malvado como yo podría pedir.
-Gracias señor, no sabe como me halagan sus palabras... de todas formas, acerca de lo otro que usted quería... no sé si es tan fácil de obtener como creíamos.
-¿De qué hablás Dietrich? No quiero ningun obstáculo ahora, estamos demasiado cerca de lograr nuestro objetivo.
-Si profesor, lo entiendo. Pero el problema es que estamos en invierno y no es tan sencillo conseguir 1.000.000 de gallinas. Pregunté en más de mil gallineros y casi todos me empezaron a insultar ni bien les dije lo que quería.
-El Dr. Cerebrum no acepta ineptos Dietrich, eso es algo que sabés muy bien. No me obligues a hacer cosas que no quiero hacer. Conseguime todo lo que te pedí o no respondo de mi.
-Por supuesto doctor, usted tiene toda la razón, perdone mi insolencia, ya mismo atenderé al asunto.

Domingo 8 de julio de 2007 - Capital Federal - 22:43 hs

-¡Dr. Cerebrum, Dr. Cerebrum! Acabo de regresar de mi pequeño viaje, me alegra decirle que el problema ha sido resuelto y pude localizar una granja dispuesta a darnos más de 1.000.000 de gallinas por una modesta suma de dinero.
-Excelente, sabía que no me defraudarías Dietrich. Ahora ve a descansar, mañana es el día más importante de tu vida, quiero que estés completamente alerta.
-Si señor..., ehm, profesor... antes de irme me gustaría decirle algo.
-¿Si?
-Bueno... realmente ha sido un honor para mi trabajar a su lado y... bueno... usted sabe... yo lo considero... un... un hombre muy apuesto... y...
-¿Dietrich?
-¿Si señor?
-Retiresé por favor.
-Si profesor, perdone profesor.

Lunes 9 de julio de 2007 - Capital Federal - 9:51 hs

-Perfecto, ya estamos en el aire, encima de la Capital Federal, gracias a las nubes nadie nos puede ver. Todo marcha viento en popa Dietrich.
-Estoy tan feliz por usted señor.
-Ahora no es tiempo para eso. Dime, ¿están los 500 globos estratégicamente colocados por todo el país?
-Si, profesor.
-¿Y cada uno de esos globos tiene 2000 gallinas como te pedí?
-Por supuesto Dr.
-Entonces mi plan ya está en marcha, ¡dentro de poco dominaré el mundo y no habrá nada que no pueda hacer ni nadie que ose rechazar los deseos del Dr. Cerebrum! Creo que esto amerita una celebración, voy a prender un cigarro.
-Señor, no creo que sea una buena idea fumar un cigarro al lado de un gigantesco tanque de helio.
-Tonterías Dietrich, es completamente seguro, es más, hasta les he dado la orden a todos los capitanes de todos los zeppelins para que a las 10 en punto todos prendan un cigarro. Y mirá, ya casi son las 10 en punto, faltan 5...4...3...2...1...

... Y así un día, nevó en Buenos Aires.
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Cada vez que alguien lee y no deja un comentario, Dios no le da de comer a sus pecesitos.